jueves, 14 de noviembre de 2013

Capítulo 3 "Change a bit"

Holaaaa! Las fotos del vestido las subire en el siguiente capítulo vale? Se que os va  encantar!!! Espero que este capítulo tambien y que dejéis muchos comentarios y... HAY NUEVO TRAILER!!! 


Cuando volvimos a casa después del partido mi madre ya tenía mi plato preferido de cena, Shepard's Pie, y eso solo lo cocinaba en dos ocasiones, cuando había que celebrar algo mío o cuando me quería dar malas noticias, y sinceramente no creo que fuesen a celebrar mis cinco suspensos en las notas.

-Chicos, queremos hablar con vosotros - dijo mi padre - desde que creamos la empresa apenas hemos pasado tiempo en casa, y aunque siempre hemos intentado daros lo mejor, quizá sea un poco tarde pero nos hemos dado cuenta de que lo que necesitáis es a nosotros en casa.
-Por eso - continuó mi madre - vuestro padre va a reducir un poco tanto viaje, pero yo a partir de este año voy a trabajar desde casa.
-¡Eso es genial! - exclamó Nate.
-Yo... sobre las notas - empecé a hablar.
-No pasa nada cariño - dijo mi padre acariciándome la mano - sabemos que en parte es culpa nuestra, pero espero que a partir de ahora pongas más de tu parte
-¡Y ahora la otra noticia! - dijo mi madre entusiasmada - una de las señoras con las que coincido siempre en la peluquería, María, nos ha invitado a su fiesta de Nochevieja en su casa
-Yo creo que es muy buena idea, porque desde que nos mudamos aquí hace 10 años apenas hemos conocido a gente del vecindario - añadió mi padre.
-Y además, esto nos da una oportunidad para pasar tiempo juntas, porque mañana nos vamos de compras.
-¿Es necesario? - dije intentando evitar ir de compras con ella - ¿No me puedo poner algo que tenga en el armario?
-¡Claro que no! - exclamó - hay que ir elegantes y femeninas, con vestido largo.
-¿April con vestido? - dijo mi hermano - Eso quiero verlo yo.

"No me voy a ofender, no me voy a ofender" repetía una y otra vez en mi cabeza.

-No pongas esa cara - me regañó mi madre - Nate tiene razón, la última vez que llevaste vestido tenías 10 años, y con esa ropa que llevas tan masculina no vas a encontrar novio en la vida.
-Mamá, te recuerdo que yo ya tengo novio - dije empezando a enfadarme.
-Tu madre se refiere a uno decente - me contestó mi padre.
-Mira April, te tolero el skate, y parte de la ropa que llevas, pero a ese novio que tienes, ¡ni de broma!
-¡Bueno ya vale! - dije levantándome - si quiero que me critiquen y se metan en mi vida, desde luego no lo pido cenando con mi familia, así que paso de cenar con vosotros.

         Subí corriendo las escaleras hasta mi habitación donde di un portazo, no fue nada inmaduro mi comportamiento, pero supongo que lo que más me molestó fue el hecho de que tuviesen razón... ni vestía de manera femenina, ni mi novio era lo que más deseasen unos padres para su hija.

-Despierta April - dijo mi madre suavemente al despertarme a la mañana siguiente - tienes el desayuno ya en la cocina, date prisa y cámbiate porque nos vamos en una hora.

          Terminé el desayuno, me di una ducha rápida y me puse algo de ropa que no fuese demasiado poco femenina para mi madre y para las tiendas a las que me iba a llevar. Unos vaqueros oscuros, una camiseta negra normal, unas vans negras y una cazadora vaquera.

          Cogimos el coche hasta "Bond Street" y “Old Bond Street”, una de las más famosas por sus tiendas de alta costura. Solo con pensarlo, ya sabía que iba a ser un día demasiado duro. A la segunda tienda que entramos mi madre encontró un vestido que la encantó, verde, largo hasta los pies, y muy elegante, muy de su estilo. Pero en mi caso, llevábamos unas 5 tiendas, y no había manera de encontrar algo que me gustase.


-¿Y este azul? ¿Y el rosa? - me preguntaba mi madre en el probador - te tiene que gustar alguno...
-Mamá, no me gusta nada de esta tienda - dije demasiado alto, tanto que el dependiente me escuchó y nos echó tal mirada que casi nos mata.
-¡Está bien! - dijo soltando todos los vestidos en el sofá del probador - nos vamos a comer algo a ver si con el estómago lleno estas más receptiva.
-¡Perfeeeeeeecto! - dije tirando de ella fuera de la tienda - nos vamos al McDonald’s, que seguro que hace mucho que no te comes una buena hamburguesa.

         No habíamos andado más que un par de metros cuando algo me llamó la atención por el rabillo del ojo. Era un vestido rojo, largo hasta los pies, con un poco de vuelo desde la cintura, donde tenía unos cristalitos dorados al igual que en los hombros, y un escote que llegaba hasta la parte baja del pecho.

-¿Qué te pasa? - me preguntó mi madre preocupada al ver que me había parado.
-¿Podemos pasar a esta tienda? - dije dejándola con la boca abierta.
-No me lo puedo creer - murmuró tirando de mí hacia el interior.

         Encontramos mi talla, y según palabras de mi madre, me quedaba más que perfecto. Encontramos unos zapatos a juego, pero que fuesen más con mi estilo habitual, eran rojos, mucho más altos de lo que se esperaba de mí, con la punta abierta y una calavera dorada.

         Al llegar a casa no le enseñamos los vestidos ni a mi padre ni a mi hermano, y aunque mi madre insistía en ayudarme, el día 31 después de comer me subí a mi habitación a empezar a prepararme.

-¿Estas segura de que no necesitas ayuda? - preguntó mi madre llamando a mi puerta minutos después - te recuerdo que hay q ir realmente elegante.
- Mamá, ten un poquito más de confianza en mí
- Bueno, lo que tú digas... - dijo alejándose de mi puerta.

        Estaba dispuesta a sorprenderles y hacerles cambiar esa opinión que tenían de mí. Me di una ducha rápida, y enchufe el rizador para que se fuese calentando mientras me secaba un poco el pelo. Una vez caliente y con mucha paciencia fui rizando toda la melena. "Debería hacerme esto en el pelo más a menudo" pensé cuando ya tenía todo el pelo rizado. Le di un poco de volumen por arriba con laca y un cepillo y cogí varias horquillas para sujetarlo a la altura de la nuca en un semi recogido que aprendí a hacer en un video de YouTube.

         Después me di una ligera capa de maquillaje, me pinte la raya del ojo con el lápiz negro, sombra en todos dorados, rímel efecto "extra largo", que debió comprarme mi madre en algún momento, y los labios de un rojo potente que hacia juego con el vestido. Me sentía realmente satisfecha con el resultado al mirarme en el espejo, parecía que me estaba mirando otra persona diferente desde mi reflejo.

-¿April?, dice papa que nos vamos en media hora - dijo Nate llamando a mi puerta - ¿cómo vas?
-Bien, solo tengo que ponerme el vestido - le contesté ya sacándolo del armario.
-¿Estas visible? Me puede la curiosidad - dijo empezando a abrir la puerta.
-¡NO! Estoy desnuda - dije sabiendo que así no iba a entrar, sería demasiado incómodo para ambos.
-¡Te veo luego! - dijo alejándose corriendo de la puerta.

         Me empecé a poner el vestido, con cuidado para no estropearme el peinado, y dando gracias a quien invento las cremalleras en los laterales. Me puse unos pendientes con un brillante rojo y un collar con una esfera dorada, que me había prestado mi madre. Saqué del fondo del armario un abrigo negro de Alexander McQueen que me compró mi madre, y nunca había utilizado. Tenía el cuello alto, los botones iban escondidos y era más largo por detrás que por delante.

Cuando baje, ya estaban esperándome mis padres y mi hermano, listos para irse.

-¿Quién es esta chica y donde esta mi April? - bromeó mi padre rompiendo el silencio que había creado mi llegada.
-Hija mía estás preciosa - exclamó mi madre, que parecía estar conteniendo las lágrimas.
Nate por otro lado me miraba sin parpadear ni decir ni una sola palabra.

-¿Podemos irnos ya? - dije incómoda.
-April... Me vas a hacer trabajar mucho esta noche - bromeó mi hermano.
-¿Por qué? - pregunté sin entenderle.
-Por la cantidad de chicos que voy a tener que espantar hoy.
-¡Oh vámonos por favor! - dije poniéndome el abrigo.
Cogimos el Volvo de mi padre, y cruzamos nuestro barrio hasta llegar a la casa de la familia Windsor, donde celebraban la fiesta. Era una mansión enorme, sus luces navideñas impresionaban desde lejos, las puertas exteriores estaban abiertas y se veía todo un patio delantero lleno de coches.
-¡Algo me dice que va a ser una gran noche! - dijo mi madre emocionada.
- Y yo creo que debería haberme quedado en casa - le susurré a mi hermano, que iba sentado a mi lado en los asientos traseros.
-Un poco de alegría mujer - me contestó riéndose.
Ni siquiera habíamos entrado, y todo lo que quería era volver a casa.

1 comentario:

  1. P-E-R-F-E-C-T-O.Me encanta Nate (: es adorable hahah tener que espantar chicos :3
    Tengo ganas de de ver que pasa en la fiesta ¿Estará Harry? ¿O quizá alguno de los chicos?
    ¡¡Sube pronto!!
    Besos.

    ResponderEliminar