jueves, 24 de octubre de 2013

Capítulo 1 "Casualidad #1"

Aquí esta el primer capítulo! Disfrutarlo tanto como yo al escribirlo!! Y dejadme vuestros comentarios y opiniones debajo, también se pueden dejar anónimos :)

Aquella noche se quedó a dormir en mi casa, y tal y como predije no se acordaba de nada por la mañana, excepto del chico rubio.

-Es que era tan guapo - me decía en el desayuno - y tenía un acento monísimo
-Se llamaba Niall - le recordé - y se os olvidó daros el teléfono
-¡NO! - se lamentó dejándose caer sobre la mesa - ¡No voy a volver a verle nunca!
-¿Qué una noche loca? - dijo mi hermano entrando a la cocina

Nate, mi hermano mellizo, mi polo opuesto. Él alto, con pelo castaño y ojos azules; yo normal, morena y ojos verdes; él el buen hijo, buen estudiante y responsable, y yo la hija rebelde.

-Buenos días Nate -  dije pasandole su desayuno
-Buenos días enana - dijo dándome un beso en la cabeza - ¿Qué le pasa a la loca?
-Demasiada fiesta
-Un par de cafes y se la pasa  - dijo riendo - ¿vas a venir al fútbol con papa y conmigo?
-¿Chelsea contra quién?
-Liverpool
-Entonces no me lo pierdo, además mejor que estar con mamá dándome la chapa...
-No seas así, se preocupa por ti
-Pues que pase mas tiempo en casa
-April...
-¿Me has arreglado el skate? - dije cortándole
-Si, te lo he dejado en el garaje
-Me voy a dar una vuelta, Jen llama a tu madre y sube a dormir a mi habitación si quieres

Subí a mi habitación, me puse ropa más cómoda y baje al garaje a coger el skate que mi hermano había arreglado. Recordé la caída que tuve, la causa de que se rompiera el eje delantero. "Nota Mental: No bajar las escaleras del parque montada en el skate". Salí de casa con un portazo y me monté en el skate sin rumbo fijo. Era mi manera de evadirme, de pensar, eso y bailar eran las unicas maneras de sentirme yo misma, a veces incluso en mi propia casa, donde apenas estabamos Nate y yo, y la cocinera que venia entre semana, por lo que salir nunca fue un problema. Nuestros padres trabajaban casi todos los días del año en su empresa "O'Leire" de viajes a Escocia, asi que estaban alli casi siempre. Les agradecía que hiciesen todo eso para darnos los mejor a nosotros, estudiabamos en un colegio muy bueno, teniamos una casa preciosa en el barrio de Notting Hill en Londres, apoyaban nuestras decisiones y nos dejaban libertad e independencia siempre intentando estar atentos de nosotros, pero a veces eso no era suficiente.

No había patinado demasiado cuando llegué a la verja de un campo de futbol, eso me relajaba, me recordaba a Nate. Dejé el skate en el suelo y me senté apoyándome en la verja, mientras sacaba un cigarro.

Llevaba la mitad cuando escuché gente detrás de mi en el campo

-Recuerdame porqué salimos anoche de fiesta - dijo un chico bastante cerca
-Por que tu te empeñaste - dijo otra voz haciéndome girar la cabeza de golpe, era la misma voz que la noche anterior

Al darme la vuelta me encontré con un equipo de fútbol corriendo alrededor del campo, imposible encontrarle.

-¡Vamos señores! - gritó quien supuse era el entrenador - ¡Se les van a quitar las ganas de salir de fiesta antes de entrenar!
-¿Qué pasa guapa? - me gritó uno de ellos al pasar cerca y verme girada, provocando que todos se girasen
-¡Tomlinson! - gritó de nuevo el entrenador llamándole la atención

Miré al grupo que tenía delante, incluso en chandal todos tenían pinta de niños pijos, y entre todas las caras que me miraban me fijé en una en especial, la que me miraba con el ceño fruncido ¿Era ese el chico? Ese pelo rizado encajaba perfectamente en mis recuerdos.

-¡Dejen de hablar y sigan corriendo! - gritó el entrenador haciendo que dejasen de mirarme

Siguieron corriendo, pero el chico de rizos seguía mirándome.

-Yo no vuelvo a salir de fiesta el día antes de entrenar - repitió la primera voz, un chico rubio de pelo corto
-Si eso ya te lo dije yo - dijo otro chico, este castaño también con el pelo corto
-Claro, tu te quedaste con Aria, y seguro que dormiste solo - dijo el rubio molestandole
-¡Niall! - gritó el chico de rizos, dejando de mirarme - que es como mi hermana, no quiero ni pensarlo

La que no podía dejar de mirarle era yo, ¿era el mismo chico? No entendía de donde venia tanta curiosidad por alguien con quien no hable ni 5 minutos, debía dar miedo mirándoles fijamente entrenar. A la siguiente vuelta, pasó mas cerca de la valla sin dejar de mirarme de reojo.

-Ya te dije que no deberías fumar - dijo bajito al pasar a mi lado

Si, definitivamente era el mismo chico, quizás yo si iba a ver mas veces a mi chico desconocido

Tire el cigarro sin terminarmelo, cogí el skate y fui caminando a casa, mucho mas tranquila que cuando salí. No me gustaba pagarlo con mi hermano porque él no tenía la culpa de nada, esa era casi la razón principal por la que me iba.

-¿Ya se te ha pasado? - dijo al verme entrar por la puerta
-Si... y lo siento Nate - susurré
-Anda tonta - dijo abrazándome - sube a despertar a Jen que ya casi está la comida
-¿Has cocinado tu?
-Mas querríais vosotras probar uno de los deliciosos manjares de Nathaniel O'Leire, pero no, me he pasado a comprar algo.
-Ya decía yo..., bueno voy a despertarla

Después de la odisea que pase para despertarla, Zombie Jen y yo bajamos a comer con mi hermano

-A principios de Enero voy a hacer unas pruebas para un equipo de futbol - nos contó Nate
-¿Si? ¿A cuál? - le pregunté
-Uno por aquí cerca, Holland Woods, es bastante bueno

¿Holland Woods? Me suena, me suena, me suena....

-Seguro que te admiten - le animé
-Cuando digo bueno digo en Primera Liga Juvenil, con ojeadores en los partidos y esas cosas
-Madre mía - se sorprendió Jen - me estás diciendo que ¿si entras al equipo, luego podrías acabar jugando en algun equipo grande?
-Si... si todo sale bien
-Va a salirte genial - le aseguré - Tranquilo
-Eso espero...

Mi hermano es una de esas personas que parece que aprendió antes a jugar al fútbol que a andar. Jugaba en el equipo de nuestro colegio en Edimburgo, al mudarnos a Londres también jugaba en el equipo del colegio, y de ahí fue cambiando a cada vez equipos mejores de la ciudad. Uno de sus sueños era ser futbolista, y el resto de sus opciones todas tenían que ver con el deporte.

-¿Y que vas a hacer el jueves, Jen? - preguntó mi hermano cambiando de tema
-¿Boxin' Day? Yo el dia navideño en familia lo pasaré con mi padre, creo que vamos a ir al cine ¿vosotros?
-Nosotros iremos al futbol con mi padre
-No se porque he preguntado, siempre lo hacéis

Totalmente cierto, todos los años Nate, mi padre y yo vamos juntos a ver al Chelsea, en una de las pocas veces que esta en casa y de vacaciones.

Terminamos de comer, recogimos Jen y yo, y subimos a recoger sus cosas de mi habitación, las dejamos en su casa, y de ahí al parque donde pasamos la tarde con algunos de nuestros amigos


lunes, 21 de octubre de 2013

Prólogo

Aqui os dejo el primer capítulo! Espero que os guste y que me contéis vuestras opiniones en los comentarios! Arriba en las pestañas encontraréis fotos de los personajes y una breve descripción sobre ellos, y unas fotos y un mapa de sus casas en Londres, para que podáis imaginarlo tal y como yo lo veo :)


-Venga April - me gritaba mi amiga Jen por encima de la música - ¡ven a bailar!
-Jen... sabes que no me gusta
-¡Pero estamos de vacaciones!
-Esta bien, pero solo un rato ¿vale?

Ahí estaba yo, en un club de Londres "disfrutando" de las vacaciones de Navidad con algunos de mis compañeros de clase. Odiaba esos sitios con todo mi ser, en medio de una masa de gente bailando una música que me destrozaba los tímpanos. Necesitaba salir de ahí, necesitaba un cigarro.

-Ahora vengo - le dije a Jen, me asintió con la cabeza y siguó bailando.

Según salí y el aire fresco me golpeó la cara me sentí mil veces mejor, y nada que decir de cuando deje de oír esa horrible música. Me sentó en la acera y saqué un cigarro. La puerta se abrió detrás de mi y no me gire, podía ser alguna de mis amigas o cualquier borracho, simplemente no me interesaba.

-No deberías fumar - dijo un chico sentándose a mi lado en el suelo, apenas podía verle en la oscuridad, pero parecía mono y que no estaba borracho - Tranquila, no voy a hacerte nada - añadió riendo - necesitaba tomar el aire, es una agobio ahí dentro
-Ya somos dos, pero yo ya lo he tomado suficiente - dije levantándome y tirando el cigarro - ¡Hasta luego!
- Hasta luego - dijo agitando la mano

Una vez de pie le pude ver un poco mejor, era moreno con el pelo rizado, y tenía una voz de esas que se te graban en la memoria, como rasgada, grave.

Para cuando volví a encontrar a mis amigos, Jen estaba ligando con un chico rubio y el resto bailando como locos. Tuvieron que pasar otras dos horas para que se compadecieran de mi y nos fuésemos a casa.

-Creo que me he enamorado  - decía Jen colgada de mi brazo - se llama Niall, y tiene 17, es guapísimo
-Ya lo he visto - dije riéndome
-¿Verdad que si? - dijo con voz soñadora - ¡No vayas a por él eh! Yo le vi primero
-No voy a hacer eso, Jen
-Gracias April - dijo abrazándome de golpe - Te quiero mucho, April
-Y yo a ti Jen, pero vas tan borracha que no te vas a acordar de nada mañana
-Probablemente - dijo soltando una risita

Pero ¿iba a acordarme yo?

sábado, 12 de octubre de 2013

Me llamo April

Me llamo April, pero quizás deberia llamarme October

¿Eres feliz? Si me preguntas eso te contestaría lo mismo que si la profesora de Historia ahora mismo me preguntase sobre la Guerra de los Cien Años, "No lo sé". ¿Qué se supone que es ser feliz? ¿Lo que me rio con mi hermano cuando tenemos nuestros momentos? ¿Las tardes con mi mejor amiga, Jen viendo películas? ¿Es esa sensación de libertad que tengo cuando voy en el skate?¿O cuando estoy bailando y siento como si flotase? No lo sé

Mi abuela un dia me dijo, soñadora como es ella, que eres feliz cuando encuentras a alguien que te hace tocar las nubes, que te hace volar sin levantar los pies del suelo, que hace que te duela el pecho y llores, pero siempre de la risa. Si lo que tengo que hacer para ser feliz es enamorarme, creo que vamos para rato

Me llamo April, pero quizás deberia llamarme October

viernes, 11 de octubre de 2013

Red



¿Alguna vez te ha pasado? Que has escuchado una canción y te has dado cuenta de que describía perfectamente cómo te sentías? Que al amar todo se veía de color rojo, y que al olvidar parecía que todo tu mundo se había vuelto gris. Que miras atrás y te arrepientes de todo lo que cambio en ti, todo lo que perdiste y en que te convertiste. Y te dices, no jamás me voy a volver a enamorar.

Pero en realidad, no hace falta que pase demasiado tiempo para que te des cuenta de que todos esos malos momentos no hacen que merezca menos la pena enamorarte. Quizás sea ese chico que ves cada día, o aquel viejo amigo con el que hablas de vez en cuando, o a lo mejor es ese chico que acaba de sonreírte y que no conoces de nada. Pero todo vuelve a empezar. Las mariposas, las cursilerías, las noches en vela, y toda la ilusión hace que se te olvide que había ocurrido antes.

Es como la pescadilla que se muerde la cola, sabes que hay una posibilidad de que vuelva a acabar mal, pero no puedes evitar que vuelva a pasarte lo mismo, prefieres arriesgar a quedarte pensando en que hubiese pasado si lo hubieses intentado.

Se supone que el ser humano se diferencia del resto de los animales por ser el único con la capacidad de razonar, permitirme dudar, porque a la hora de amar, somos de todo menos racionales.